LA HISTORIA DE NUESTRA FUNDADORA
Mi nombre es Yasmin Vera y soy la fundadora de Fun Fitness Globetrotters. Fui criada por médicos trabajólicos. Mis padres, ambos inmigrantes a los Estados Unidos, sintieron que tenían que trabajar el doble que los demás porque eran extranjeros. Y lo hicieron. De niña, rara vez veía a mi madre, una mujer buena que se esforzaba por ser una buena mamá, porque mi mamá o estaba en el trabajo, o cuando lograba llegar a casa, estaba muy exhausta y estresada para interactuar significativamente conmigo y mis hermanos. Mi padre, un hombre de buen corazón, trataba de tomar la posta, pero él también tenía una enorme presión de trabajo y estrés.
Al crecer con dos profesionales altamente motivados, era una conclusión inevitable que yo también, sería una profesional. Aunque no una doctora. Hasta donde puedo recordar, sabía que sería una abogada. Y no cualquier abogado – Iba a ser una abogada corporativa, licenciada en California y también en el Reino Unido, tal como el amado padre de mi padre.
Así que trabajé. Sesiones de estudio de toda la noche en la facultad para graduarme en los primeros puestos de mi clase de modo de poder entrar a una escuela de derecho de primera. Pero eso no era ni remotamente suficiente. Ya que necesitaba muy buenas notas en la escuela de derecho para lograr mis sueños profesionales – primero, un trabajo en una firma de abogado de primera, y luego, una posición in-house dentro de una compañía, con licencias dobles en California y el Reino Unido. Así que muchas trasnochadas siguieron en la escuela de derecho. Y eventualmente, logré mis sueños – era una abogada asociada en la firma top de abogados de Silicon Valley, y después, una abogada in-house. Diez años después de pasar el examen del colegio de abogados de California, pasé el examen del Reino Unido y me convertí en una abogada del Reino Unido.
Con cada éxito profesional pensaba: “Ahora debo ser feliz, estoy viviendo mis sueños.” Entonces ¿Por qué me sentía como en una pesadilla de la que no podía despertar? ¿Por qué estaba dejando que mi cuerpo careciera de nutrientes y subsistiendo con comida rápida? ¿Por qué estaba constantemente estresada y exhausta? ¿Por qué había dejado el ejercicio y los deportes, algo que me había traído tanta alegría en los días de colegio? ¿Por qué estaba constantemente peleando con mis padres y hermanos? ¿Por qué fantaseaba manejando en la autopista y matándome en mi camino de casa al trabajo?
Y entonces mi mamá contrajo ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Tan sólo unos años después que alcanzara la edad de retiro. Así que en vez de finalmente poder pasar tiempo con su familia como había planeado, mi mamá estaba pasando su tiempo yendo y viniendo de las citas con el doctor a medida que su cuerpo se atacaba a sí mismo.
Y eso me despertó, en grande. Me di cuenta que la vida era demasiado corta para vivir con inercia, para ser infeliz. Me di cuenta que no quería sacrificar mi vida a los dioses profesionales, como había hecho mi mamá, sólo para contraer una enfermedad letal cuando era tiempo del desquite.
Así que tome una licencia laboral y en un relajo me fui a la playa en el Caribe Mexicano. La primera vez que vi las aguas turquesa mientras mi taxi me llevaba a Cancún, involuntariamente di un suspiro, era así de hermoso. Mientras estuve en México, empecé a hacer algunos cambios. A mi nutrición – frutas frescas, salsas, guacamole, tortillas hechas en casa, pescado fresco y litros de agua se convirtieron en mi nueva dieta. Me volví regular en el gym de mi hotel y entrené duro, dejando el gym empapada en sudor. Empecé a divertirme nuevamente, haciendo body surfing en las acogedoras aguas del Caribe, visitando las ruinas Maya, nadando en los cenotes.
Y empecé a sentirme bien, sintiéndome de la forma que pensé que me sentiría cuando obtuve ese trabajo de Silicon Valley, o esa posición in-house, o cuando pasé los exámenes de los colegios de abogados de California y UK, pero nunca lo hice. La abogada estresada, exhausta se transformó en una saludable, feliz y en forma humana. Alguien que estaba empezando a amarse a sí misma, poquito a poquito.
En el gym de mi hotel, la gente nueva al ejercicio se me acercaba pidiendo ayuda – con las máquinas, con sus entrenamientos, inclusive con sus dietas. Así que las ayudé. Y lo amé. Amé ayudarlos a estar saludables, porque sabía cómo podía transformar sus vida, justo como había transformado la mía.
Mis clientes dejaban sus sesiones conmigo felices. Después, pensaba que cuando los clientes llegaran a casa, no les gritarían a sus hijos, como mi sobrecargada mamá, porque la gente feliz no hace eso. Y luego los niños no se meterían en peleas o se portarían mal, ¿por qué lo harían? Ellos sabían que eran amados. Ellos tendrían interacciones positivas con otros niños. Y estos otros niños serían felices. Y así en adelante. Pensé que esa sola sesión de entrenamiento podría crear un efecto en cadena de felicidad que podría cambiar el mundo.
Así que ahora tengo un nuevo sueño – un sueño donde ayudo a otros a transformar su vida justo como yo lo había hecho a través del fitness, nutrición, diversión y el poder del amor a uno mismo, en un ambiente de playa relajante.
Así que cuando regresé a casa, me certifiqué como una entrenadora personal y lancé Fun Fitness Globetrotters.
Esta es mi historia – la tristeza, la vergüenza, el estrés, el renacimiento definitivo y la transformación.
Mi transformación puede ser tuya, y juntos podemos cambiar no sólo tu vida, sino las vidas de tus niños y otros seres amados, cuando te unas a nosotros en nuestros retiros de bienestar.
Conociendo la Corte Suprema de Justicia de US Ginsburg durante la escuela de leyes, esa soy yo en la extrema derecha.
Yo como una abogada in-house.
Relajándome con clientes de Fun Fitness Globetrotters después de una sesión de entrenamiento en la playa. Esa soy yo en la extrema derecha.